Aquí vive un verbo común para todos los que aman a los animales.
Cuidar es un acto gratificante, que ennoblece a quien da y a quien recibe y queda aún mejor cuando es dirigido a un ser tan puro y especial.
En este proceso de cuidar y sentirse cuidado, de ser y de hacer feliz, en un ciclo infinito que se nutre del mismo, vive otro verbo:
¿Cómo el día puede volverse más
ligero solo de ver que en la hierba,
en el sofá o en la cama hay alguien
que vive el ahora y ahora es siempre
hora de paseo, fiesta y cariño?
Solo de pensar en eso
dan ganas de que sea para siempre
y todo lo que importa es
simplemente retribuir.
Porque la mejor cosa
del mundo es cuidar bien
de quien te hace feliz.
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